¿Has escuchado que tus creencias crean tu realidad?
Las creencias, algo más que simples pensamientos sobre lo que consideramos es “la verdad” -perfiladas por la educación, las relaciones y las influencias que nos llegan desde cualquier lugar- se constituyen en el eje fundamental desde el cual vivimos.
Son la configuración interna de quienes somos, que determina cómo nos sentimos, cómo pensamos, la actitud que mostramos hacia las circunstancias de la vida, cómo reaccionamos frente a las personas, a qué ponemos atención y las señales que de manera inconsciente enviamos a los demás.
Durante nuestra vida acumulamos miles de creencias (que nos abren o cierran posibilidades) que recibimos de múltiples orígenes (nuestros padres, familia, entorno social, educacional, cultura, etc.). Durante los primeros 4 o 5 años, nuestra mente subconsciente funciona como un sistema de grabación, cada creencia es impregnada directamente en nosotros, sin ninguna resistencia (eres un niñ@ adorable, eres insoportable, eres hermos@, eres incapaz de hacerlo, eres impuntual, eres responsable, etc.). Y por si este bombardeo de creencias fuera poco, a medida que crecemos incorporamos las propias en base a nuestras experiencias (soy incapaz, soy irresponsable, soy un perdedor, soy inteligente, soy una promesa, etc.), con lo que vamos consolidando un sistema de creencias que rara vez cuestionamos.
Pasan a ser barreras invisibles que se activan de manera automática y nos atan manteniéndonos en un terreno conocido, impidiéndonos tomar riesgos y decisiones, trabando nuestra evolución y transformación personal, restándonos poder para avanzar hacia nuestras metas. Nos convencemos y auto saboteamos diciendo: “así es la vida”, “así soy yo”, y las vamos reforzando en una relación causa-efecto demostrada.
Sin embargo, cuando analizamos nuestro sistema de creencias, cuando cuestionamos su validez, se abre una increíble oportunidad para evolucionar. A medida que estudiamos las creencias y cómo afectan nuestra realidad, la perspectiva se hace más amplia y más elevada. Nuevas posibilidades se despliegan ante nosotros.
Por ejemplo, si tenemos ciertas situaciones y metas que nos hemos propuesto alcanzar, y sin embargo nos sentimos limitados de alguna manera, puede ser que creencias limitantes estén operando, lanzando sus mensajes grabados en el subconsciente y que nos acechan con frases como: “no puedo”, “es muy difícil”, “esto no es para mí”, “no valgo”, “no voy a encontrar trabajo”, “nunca tengo tiempo”, “si fracaso no me van a querer”, “el éxito no está a mi alcance”, “nunca voy a conseguir lo que quiero”, etc. A la hora de avanzar nos sentimos paralizados por lo que creemos es “nuestra realidad” ya que vivimos desde nuestras creencias.
La distancia que te separa del punto donde hoy estas y el punto al que quieres llegar (tus objetivos), es un camino lleno de creencias.
Y dado que la mayoría de las veces ni siquiera conocemos nuestras creencias limitantes a nivel consciente, nos resulta difícil contrarrestarlas. No conocerlas conscientemente, o conocerlas y contar con herramientas, hará la diferencia para trabajarlas y lograr que pierdan fuerza dejando de ser un impedimento para alcanzar nuestros objetivos.
Todo lo que se requiere es identificar las creencias que crean lo que no queremos en nuestra vida y remplazarlas con creencias que creen lo que sí queremos. El primer paso en la transformación es explorar nuestras creencias, tomar conciencia de cuáles son los mensajes en contra que nos lanzamos, tanto de pensamiento como de palabra, y cambiarlos. Una técnica sencilla es:
- Tomar consciencia de la creencia que nos limita, identificarla. Preguntarnos: ¿En qué me perjudica?, ¿En qué me beneficia?, ¿Cómo sería mi vida sin esta creencia?
- Sustituirla por una creencia potenciadora o estimulante, y preguntarnos, ¿Cómo sería mi vida si creyera esto nuevo?
- Entrenar o repetir la nueva creencia hasta incorporarla. La parte que requiere más constancia.
Cambiando las creencias limitantes, bajamos las resistencias internas y nuestra experiencia de la realidad y visión del mundo cambia. Cuando sembramos una creencia potenciadora en nuestra mente subconsciente, en reemplazo de la limitante, nos reconocemos como los creadores de nuestra realidad. En el momento en el que instalamos creencias nuevas y motivadoras todo cambia: la actitud, la postura corporal, el comportamiento, la capacidad para expresarnos, el cómo interactuamos con los demás. Se abren nuevos territorios para nosotros, nuevas perspectivas y oportunidades.
Por supuesto que no se trata de eliminar o cambiar todas las creencias, solo aquellas que nos limitan en el logro de nuestros objetivos, aquellas que ya no nos sirvan o interfieren con la manifestación de nuestro propósito de vida.
Aferrarnos a las propias creencias nos da un sentido de seguridad, pero ampliar la mirada más allá de ellas nos enriquece y nos abre a una verdad mayor.
Entonces la invitación es a dar un paso más y explorar tus creencias. Cuestiónalas! Y si no te gusta tu realidad, cámbiala, cambiando tus creencias!!!. Recuerda, TUS CREENCIAS CREAN TU REALIDAD.
Ondina Lucero M.
Coach Ontológico / Ingeniero Comercial
Socia Directora de Impullsa Consultores Ltda.
www.impullsa.cl
Santiago, Agosto 2020
Bibliografía:
Creencias Limitantes: Que son y como cambiarlas - Daniel Colombo
Creencias Limitantes - Beatriz Pala
Tus Creencias Crean Tu Realidad - Ana Lloveras