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“Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad. Lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino. No hay luz sin sombra, ni totalidad psíquica exenta de imperfecciones, para que sea redonda, la vida no exige que seamos perfectos sino completos, y para ello se necesita la espina en la carne, el sufrimiento de defectos sin los cuales no hay progreso ni ascenso.” – Carl G. Jung.

Todos sin excepción somos seres de luz y de sombras…. todos tenemos áreas que no visualizamos (puntos ciegos), rasgos que simplemente nos negamos a reconocer como propios, cualidades que rehusamos aceptar de nuestra autoría.

Estos ámbitos desconocidos o no reconocidos, de toda personalidad, es lo que denominamos “la Sombra”, entendiendo que son aquellas cualidades y atributos ocultos o inconscientes del individuo, tanto positivos cómo negativos, que el ego ha reprimido o nunca ha reconocido. Cuando queremos ver nuestra propia sombra nos damos cuenta (muchas veces con vergüenza) de aspectos e impulsos que negamos en nosotros mismos, pero que podemos ver claramente en otras personas. C.G.Jung

Estas características personales, no reconocidas (nuestras sombras), a menudo se perciben en los demás a través del mecanismo de proyección. Debido a la dificultad de reconocer, aceptar e integrar nuestra propia sombra, este mecanismo de proyección es una de las formas más recurrentes y negativas de no trabajar los propios defectos y adjudicar éstos sólo a los demás.

Si lo que vemos en los demás nos produce un fuerte impacto emocional no hay la menor duda de que se trata de una proyección. De este modo, tanto si estamos excesivamente ligados emocionalmente a alguien –o a algo- como si lo eludimos y odiamos, estamos abrazando o luchando respectivamente con la sombra, un signo inequívoco de que el dualismo “represión-proyección” está teniendo lugar.

Cuando una persona, o una cosa, nos informa, lo más probable es que no estemos proyectando.  Si por el contrario nos afecta, es muy plausible que estemos siendo víctimas de nuestras propias proyecciones.

Desmantelar una proyección implica, en primer lugar, tomar conciencia de que somos seres duales (luz y sombra) y reapropiarnos de aquellos aspectos que habíamos negado, ampliando nuestra área de identificación, abrazando nuestras sombras e integrándolas a nuestro YO, como un yo no perfecto sino completo.   Esto implica comprender que lo que consideramos que el entorno nos hace de manera mecánica no es más que lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos. Nosotros somos los únicos responsables.

Todos vivimos en un mundo de dualidad, luz y sombras….. no podemos ir por la vida negando alguna parte de nosotros.

Si siento ansiedad probablemente alegaré que soy una víctima indefensa de la tensión, que la gente o las situaciones son las causantes de mi ansiedad. Entonces, el primer paso consiste en ser plenamente consciente de la ansiedad, establecer contacto con ella, temblar, estremecerse, tener dificultades para respirar –sentirla realmente, aceptarla y expresarla- comprender que yo soy el único responsable, que estoy tenso, que al bloquear la excitación la experimento como angustia. Yo soy el único causante de mi propia ansiedad. La angustia no es un asunto que se desarrolle entre yo y el medio ambiente, sino que tiene lugar exclusivamente en mi interior. Este cambio de actitud supone que, en lugar de trasferir mi excitación, en vez de desvincularme de ella y protestar por ser una víctima, asumo la responsabilidad de lo que estoy haciendo conmigo mismo. Darle nombre a lo que estoy sintiendo, reconocerlo, aceptarlo, vivirlo y responsabilizarme.

Si el primer paso en el proceso de “curación” de las proyecciones de la sombra es el de asumir la responsabilidad de dichas proyecciones, el segundo consiste en intervenir el sentido de la proyección y hacer amablemente a los demás lo que nos hemos estado haciendo despiadadamente a nosotros mismos. Si lo hacemos así, la afirmación previa de que “el mundo me rechaza” se transforma en “!en este momento rechazo el mundo!”; “mis padres quieren que estudie” se convierte en “quiero estudiar”; “mi madre me necesita” deviene en “necesito estar cerca de mi madre”; “tengo miedo de quedarme solo” se traduce como “quiero estar solo”.

Desarmar una proyección implica que, en lugar de observar nuestras debilidades, nuestra insignificancia, nuestras inseguridades o nuestra rabia como enemigos u obstáculos que nos limitan en nuestra vida, nos hacemos conscientes de ellos, invertimos su sentido y nos permitimos transitar amorosamente hacia la aceptación y la gestion. 

Reconocer y aceptar nuestra sombra integrándola a nuestro YO, nos libera de los pensamientos y creencias limitantes, nos regala libertad emocional, nos permite ver la sabiduría escondida dentro de cada cualidad nuestra, nos da licencia para ser 100% nosotros mismos encontrando la compasión para todo lo que hemos juzgado, criticado o negado, nos da ese amor que nadie más nos puede brindar….. el amor a nosotros mismos.  Conciliarnos con nuestra sombra significa aceptar nuestra dualidad.

Nuestra sombra siempre tiene algo que decirnos y pugna por abrirse paso hacia la conciencia por los únicos caminos que conoce (síntomas de ansiedad, culpa, miedo, rabia, rencor, depresión, …..) y se aferra a nosotros para que no la dejemos de lado convirtiéndose precisamente en lo opuesto de la persona que creemos o queremos ser.

Después de todo, la sombra siempre tiene algo que decir y o bien nos apropiamos de ella o ella se apropia de nosotros

Cuando activa y deliberadamente ponemos todo nuestro empeño en intentar reproducir nuestros síntomas, estaremos reunificando realmente nuestra persona y nuestra sombra. Entonces tomaremos contacto con nuestros opuestos y nos pondremos de su parte para redescubrir nuestra sombra dándole su espacio y ampliando nuestra identidad. De ese modo “rellenamos y salvamos” el abismo existente entre la persona y la sombra.

Mientras más oscura es nuestra sombra…… más luminosa será nuestra luz. Integremos nuestros opuestos (luz y sombra) y seamos SERES DE MEDIO DIA.

 

Ondina Lucero M.
Coach Ontológico / Ingeniero Comercial
Socia Directora de Impullsa Consultores Ltda.
www.impullsa.cl

Santiago, Junio 2020

 

Bibliografía:
Asumir la responsabilidad de nuestra propia sombra-Ken Wilber
Encuentro con la sombra. El poder del lado oculto de la naturaleza humana – Carl G.Jung
La Sombra – Jose Francisco Zamorano

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